COLECCIÓN HISPANO-MEXICANA DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA 4

CUARTETO DE CUERDAS LATINOAMERICANO

Carrillo     Halffter     Márquez     Revueltas

LADO 1

MÚSICA DE FERIA
SILVESTRE REVUELTAS
9′

OCHO TIENTOS
para cuarteto de cuerdas
RODOLFO HALFFTER
15’23”

LADO 2

DOS PIEZAS
para cuarteto de cuerdas
I Meditación
Il En Secreto
JULIÁN CARRILLO
11’15”

RON-DÓ
ARTURO MÁRQUEZ
10′ 45″

Sin pretender estar adscritas a una estética particularmente radical e innovadora, las obras contenidas en este disco pueden contarse entre las más experimentales de la producción mexicana para cuarteto de cuerdas. Escritas en un lenguaje y con una intención expresiva estrictamente personales, que prevalecen sin duda sobre los nuevos planteamientos que se hacen en ellas, cada una de estas obras se apoya en ciertos aspectos en una tradición estilística, ya sea clásica o personal, para abrirse a la experimentación en otros ámbitos. Así, vemos estructuras formales o temáticas hasta cierto punto clásicas al lado de una gran innovación armónica, interválica e instrumental (Carrillo, Márquez) y rasgos estilísticos personales muy consolidados, al lado de búsquedas rítmicas y tímbricas novedosas en Revueltas y Halffter. 

JULIÁN CARRILLO 

Julián Carrillo (1875-1965) recibió su primera educación musical en el Conservatorio Nacional de Música, en donde fue alumno de composición de Melesio Morales. Entre 1899 y 1905 residió en Europa, dividiendo su tiempo entre los conservatorios de Gante y Leipzig, en los cuales estudió violín, composición y dirección de orquesta. En Leipzig, Carrillo entró en estrecho contacto con la música romántica alemana cuyo estilo influyó profundamente sus primeras obras. Como parte de este estilo, Carrillo utilizó un vocabulario armónico complejo que no oscurece, sin embargo, las estructuras formales, y una técnica contrapuntística densa. 

En 1895, experimentando por su cuenta, Carrillo llegó a un “nuevo” sonido entre Sol y La en la cuarta cuerda de su violín –el sonido 13– que habría de simbolizar para él el microtonalismo en general y los múltiples sistemas teóricos y musicales derivados de él: escalas, armonías, ritmos, texturas e instrumentos. 

Mientras que en teoría el número de microtonos posibles es considerable, Carrillo se limitó a tercios, cuartos, octavos y dieciseisavos de tono en sus obras escritas dentro del sistema del Sonido 13. Al mismo tiempo, a pesar de utilizar en sus obras ciertos procedimientos de transformación melódica, rítmica y armónica, que él llamó metamorfosis musicales, y quizá por la novedad de los microtonos, Carrillo utilizó formas relativamente simples en sus obras microtonales y se mantuvo siempre dentro de los límites de la tonalidad al utilizar un microtonalismo “temperado” en el que todos los microtonos están a la misma distancia unos de otros. 

Meditación y En Secreto, cuartetos microtonales escritos en 1926, son ambos de forma muy sencilla. En ambas obras los movimientos rítmicos son casi siempre paralelos y las oposiciones contrapuntísticas mínimas. Desde el punto de vista armónico ambas están basadas en acordes mayores o por tonos enteros que se desplazan en forma casi siempre paralela; sus puntos de reposo rítmico-armónicos se establecen frecuentemente sobre acordes disminuidos o sobre tonos enteros. A pesar del microtonalismo melódico, que se da únicamente en movimientos por escalas y nunca por salto o en arpegios, la armonía de ambos cuartetos está estructurada verticalmente a base de intervalos no microtonales.

SILVESTRE REVUELTAS 

La producción de Silvestre Revueltas (1899-1940) violinista, director de orquesta y compositor, data casi toda de los 10 años comprendidos entre 1930 y 1940. 

Si bien Revueltas es conocido del gran público sobre todo a través de la gran difusión que se hace de algunas de sus obras orquestales, su producción de cámara para pequeñas y grandes dotaciones -toda de gran calidad- revela no pocas sorpresas, a las que se le añaden los elementos estilísticos típicamente Revueltianos: temas de corte popular mexicano, llenos de humor si son alegres, y de ternura si son tristes; estructuras formales simples y casi siempre ternarias; armonías disonantes, pero siempre tonales y multitonales; elaboraciones temáticas a partir de superposiciones y repeticiones y una gran complejidad rítmica.

Revueltas era un hombre con grandes dotes musicales y un subversivo sentido del humor. Esto, más que una búsqueda teórica y consciente, parece llevarlo a las múltiples exploraciones rítmicas y tímbricas que encontramos en muchas de sus obras de cámara y especialmente en sus cuatro Cuartetos de Cuerdas. De estos, compuestos entre 1930 y 32, dos llevan un título: Magueyes y Música de Feria. 

Música de Feria debe su nombre probablemente a la constante oposición de varios ritmos diferentes que parecen querer reflejar la simultaneidad de músicas y de eventos sonoros típicos de una feria. La polirritmia así creada es llevada a sus límites en la sección central del cuarteto en la que, por ejemplo, una figura rítmica es repetida indefinidamente por un instrumento, mientras que otro desarrolla una línea que no necesariamente coincide en duración con las primera; o bien, cada uno de los cuatro instrumentos lleva un compás diferente de manera que, para coincidir nuevamente en una sección posterior, cada instrumento debe llevar un tiempo diferente a los otros, coincidiendo sólo el primer tiempo de cada compás y produciendo oposiciones constantes de 3/8 contra 2/8 y 4/8. A pesar de estar editada, la partitura no indica la solución “correcta” a los múltiples ajustes que deben hacer los ejecutantes para interpretar este cuarteto. Deliberado o no de parte de Revueltas, producto de su sentido del humor o de cierta irreverencia típicamente suya hacia la solemnidad de la música clásica, deseo consciente de hacer intervenir el azar o la voluntad del intérprete en la forma final de su obra, o simple falta de tiempo para poner por escrito los ajustes necesarios, el aspecto semialeatorio de esta obra, su pulso rítmico constante y un tanto salvaje, y la simultaneidad de modos de ejecución, hacen de ella una obra compleja y particularmente interesante para oyentes e intérpretes.

RODOLFO HALFFTER 

En 1939, el compositor español Rodolfo Halffter (1900) se estableció en México, desarrollando a partir de entonces una gran labor pedagógica y creadora y añadiendo a su catálogo una gran cantidad de obras de una asombrosa unidad estilística. La producción de Halffter se caracteriza por una gran economía de medios, el carácter jovial y alegre de sus obras, la presencia de patrones rítmicos complejos relacionados con el canto popular español y desarrollados a partir de repeticiones, el predominio de la linearidad y de la elaboración contrapuntística, un repertorio rítmico-melódico muy personal en el que abundan ciertos intervalos y las figuras rítmicas con notas repetidas, así como una refinada armonía, disonante y diatónica. 

En los años cincuenta Halffter adopta el serialismo como técnica de composición, aplicándolo de manera tan personal que ninguna de las implicaciones estéticas del método Schoenbergiano están presentes, y conservando hasta cierto punto algunos centros tonales. 

Los Ocho Tientos para cuarteto de cuerdas, escritos en 1973, son representativos del estilo Halffteriano en cuanto a técnica y carácter; representan además uno de los pocos ejemplos en su obra en los que al un riguroso tratamiento técnico del material musical hay una búsqueda tímbrica deliberada a partir de los diversos recursos de color de los instrumentos de cuerda y de sus diferencias de registro. 

ARTURO MÁRQUEZ 

Arturo Márquez (1950) dice lo siguiente sobre su música y sobre la grabada en este disco: 

“En mi música entran, por lo general, varios aspectos tanto musicales como extramusicales: al identificarme con varios lenguajes artísticos llego finalmente a uno propio; esto quizá sea el resultado del medio en que vivo, un ambiente rico en contrastes culturales. 

Todas mis obras son en un solo movimiento, cruel pero conscientemente fragmentado, y a la vez unido por pequeñas transiciones que me llevan frecuentemente a la unidad deseada. 

El obstinado variado, los movimientos no-estáticos, la notación proporcional y la tradicional, el total cromático, la participación de los instrumentistas y sus instrumentos, el aleatorismo y la electroacústica, son varios aspectos que tomo en cuenta, pero nunca por sí solos, sino recreándolos en un marco ya sea social, político o lúdico, sin que me valga de la descripción sino llanamente de la expresión y ¿por qué no? de la creación. 

Ron-dó fue comisionada por el CIDEM (Consejo Interamericano de Música), organismo de la OEA, para ser estrenada en el VII Foro Internacional de Música Nueva en México. Si bien la obra no trata de seguir la estructura tradicional del rondó, sí mantiene el concepto de repetición, de círculo, la idea de conservar ciertos elementos paralelos a través de toda la obra. En este caso se trata únicamente de la nota do, la cual aparece sin complejidades rítmicas cuando se escucha como “tema A”, como transición o como un sencillo do. La mayor parte de la obra está constituída en base a las secciones que circundan a esta nota, la cual también puede ser parte de éstas. Cabe aclarar que en ningún momento se trató de agotar las posibilidades tanto instrumentales como de los nuevos lenguajes, pero sí de buscar la forma de hacer partícipes a los intérpretes en la creación de ciertos pasajes, que en unión con lo escrito estrictamente por el compositor, deberá llevar a la conjunción de tocar-jugar (glay).”

CUARTETO DE CUERDAS LATINOAMERICANO 

En el año 1981 los violinistas Jorge Risi y Arón Bitrán, el violista Javier Montiel y el violonchelista Alvaro Bitrán se unen en la tarea de formar un Cuarteto de Cuerdas estable con base en la Ciudad de México. La calidad de las interpretaciones del Cuarteto de Cuerdas Latinoamericano y la construcción segura y sistemática de un repertorio hacen que el conjunto obtenga desde sus principios un destacadísimo lugar dentro del quehacer musical del país. El Cuarteto es la fusión de cuatro músicos con una vasta experiencia orquestal acumulada, experiencia que les permite una aproximación singularmente coherente a la labor musical de conjunto. Por otra parte, la experiencia de cada uno de ellos como solista y maestro de su instrumento, dan al sonido del cuarteto una evidente calidad en cuanto al manejo de los instrumentos de cuerdas. 

En el plano nacional, el Cuarteto participa en los más importantes eventos en los que la música de cámara tiene un lugar: El Foro Internacional de Música Nueva; el Festival Hispano-Mexicano de Música Contemporánea; el Festival de Música de Cámara de San Miguel de Allende, el Festival de Primavera Potosina y el Festival Internacional Cervantino, entre otros. 

En el terreno internacional, el Cuarteto ha participado en los principales Festivales de Estados Unidos y Europa, habiendo tocado en San Diego, Los Ángeles, Washington, Nueva York, Miami, Amsterdam, Budapest, Varsovia, Gdansk, Estocolmo, Oslo, Berlín Oriental, Berlín Occidental, Colonia y Düsseldorf, entre otros. En una gira por las ciudades de Suecia y dos de Noruega, el Cuarteto tocó Grieg para los noruegos, cuya crítica se sorprendió de escuchar su propia música tan bien interpretada por visitantes. La crítica mexicana también ha acogido al Cuarteto con entusiasmo habiéndole otorgado en 1983 el Premio Anual de la Unión Nacional de Cronistas de Música y Teatro. 

Complementando su creciente lista de compromisos en salas de conciertos, el Cuarteto ha realizado numerosos programas radiofónicos y de televisión en México, y durante sus giras, ha grabado programas especiales para las radiodifusoras de Hilversum, Hannover, Colonia y Berlín. 

Dentro del repertorio internacional, el Cuarteto, además de interpretar las obras clásicas y románticas, ha puesto énfasis en los compositores del siglo XX, como lo demuestran sus interpretaciones de la música de Shostakovich, Bartok, Webern y Cage, entre otros. En cuanto al repertorio latinoamericano, el Cuarteto programa tanto clásicos, Ginastera, Villalobos, Revueltas, como a los contemporáneos, Lavista, Enríquez, Ibarra, Márquez, Halffter. 

Cabe destacar que el Cuarteto ha estrenado numerosas obras que le han sido dedicadas. Entre las muestras recientes del compromiso del Cuarteto con el repertorio mexicano se encuentran la grabación de dos discos con música mexicana. El primero de ellos contiene los Cuatro Cuartetos de cuerda del compositor Silvestre Revueltas y el segundo disco, los 4 cuartetos del maestro Manuel Enriquez. Asimismo cabe destacar la grabación que para una firma comercial el Cuarteto realizó con los Cuartetos de Borodin y Grieg, disco que ha sido recibido con elogio nacional e internacionalmente.

CUARTETO DE CUERDAS LATINOAMERICANO

Disco No. 4 de la Colección Hispano Mexicana de música Contemporánea, que edita el CIIM (Centro Independiente de Investigaciones Musicales y Multimundiz), de México, D.F.
Calle Cuautla 84, Colonia Condesa. Tel. 5-53-74-57
Portada: MARCOS LIMENES
Textos: LEONORA SAAVEDRA
Director de Producción: ANTONIO RUSSEK
Director de la Colección: ANGEL COSMOS
Etiquetas interiores: Improvisaciones de MANUEL MARIN
La fabricación de este disco estuvo a cargo del Depto. de Productos Especiales de MUSART.

Nuestro agradecimiento a la Dirección de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, por su colaboración en la grabación de este disco.

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