CROMOMETROFONÍA NO. 1 / COMETA 1973

Discos PAX presenta la aportación más significativa a la cultura musical del mundo.

Bastará recorrer brevemente la historia para comprender la importancia de este acontecimiento: hace 4600 años la humanidad contaba para su música con una escala de solo 5 sonidos, mismo que aún se usa en China y es conocida como escala Pentáfona.

600 años antes de Cristo en Grecia, el insigne músico Terpandro aumentando 2 cuerdas a su lira, logró los sonidos VI y VII con los cuales se formó la escala Diatónica. 17 siglos después, en Roma, los cantantes agregaron el sonido VIII llamado: Sí bemol.

Durante el siglo XVI los matemáticos formularon el sistema “Temperado” basándose en la raíz dozava de dos; sistema que tuvo vida hasta que el gran compositor Juan Sebastián Bach lo llevó a la práctica en 1722 con su obra “El clavicordio bien temperado”. Esto marcó el avance del sonido VIII al XII.

En 1895, Julián Carrillo dividió el intervalo de “tono” en dieciséis partes, conquistando así del sonido 13 al 96. En el siglo XX Carrillo descubrió el infinito en las escalas y en los acordes, creo una nueva escritura, hizo rectificaciones básicas al sistema musical clásico, formuló la Teoría Lógica de la Música y compuso obras para tercios, cuartos, Octavos y dieciseisavos de tono.

Ideales de Carrillo fueron: simplificar, purificar y enriquecer la música. Uniéndose a esos ideales, Óscar Vargas Leal y David Espejo Avilés, aprovechando las enseñanzas del Maestro Carrillo, realizan con una nueva escala de 400 sonidos armónicos las composiciones “Cromometrofonía No. 1” y “Cometa 1973”. Para ello, necesario les fue construir nuevos instrumentos, afinarlos, escribir las obras musicales y ejecutarlas.

Teniendo en cuenta que tuvieron que transcurrir casi cinco milenios para que el género humano se deleitara con una escala de solo doce sonidos a intervalos iguales; salta a la vista la trascendencia del hecho de emplear 400 sonidos que siguen la secuencia natural de intervalos todos diferentes, de mayores a menores y que no guardan relaciones con los tonos y los semitonos.

Purificación y enriquecimiento musical que producirá en los oyentes nuevas sensaciones y emociones, que aunadas a la aparición del cuerpo celeste “Kohoutek” que en este año nos visita, hará vibrar a los humanos visual y auditivamente como nunca antes.