MISA A S.S. JUAN XXIII POR JULIAN CARRILLO
Julian Carrillo
Sello: Sonido 13 JC003 |
País: México Género: Microtonal |
Info:
MISA a S.S. JUAN XXIII EN CUARTOS DE TONO por Julián Carrillo
VOCES MASCULINAS “A CAPELLA”
“CHORALE -DES- PROFESSEURS” DE MUSIQUE DE LA VILLE DE PARIS”
BAJO LA DIRECCIÓN DE ROBERT BLOT
DIRECTOR DE LOS COROS DE LA ÓPERA DE PARÍS
Me encontraba en París cuando, a través de la radio, se anunció la elección de un nuevo Pontífice y que este tomaría el nombre de Juan XXIII.
Desde el comienzo de su reinado, en que se destacó con perfiles extraordinarios, vi con asombro que sus ideales coincidían punto por punto con el lema de mi revolución del Sonido 13, que publiqué desde el año de 1924 y que es: “Enriquecer, Purificar y Simplificar la Música”.
En el caso de su Santidad, el enriquecimiento se manifestaba por el deseo de atraer al catolicismo a todos los demás credos religiosos; la purificación, al ir hasta las fuentes mismas de las enseñanzas de Cristo, con lo cual vendría la simplificación doctrinal.
Fue por ello que me sentí movido a rendirle un homenaje a tan ilustre Pontífice y escribí una Misa en cuartos de tono, que es la primera y única que existe en su género, y se la dediqué.
En la carátula escribí las siguientes palabras: “Misa musicalmente nueva”. “¿Estaré en lo justo al denominar a esta composición Misa musicalmente nueva?”. He aquí las razones en que se apoya mi creencia; primera, que no empleé en ella, en su parte melódica, ninguna de las dos escalas en uso: la mayor ni la menor; segunda, que armónicamente tampoco me serví de los acordes clásicos, mayor, menor y disminuido; y consecuentemente, descarté las cadencias perfectas y plágales. La base musical de esta Misa es una de las trece mil trescientas escalas conquistadas por mi revolución del Sonido 13, de donde resultan nuevas melodías, nuevas armonías y un nuevo mundo emocional. Agregué a esa escala los cuartos de tono, que son de una fuerza emotiva muy superior a los semitonos, lo que producirá en la cristiandad una elevación espiritual que nunca antes se produjo. Espero que esta Misa sea un eslabón digno de la cadena de los grandes acontecimientos que en el campo de la música religiosa registra la historia. Estos acontecimientos los iniciaron dos Papas: San Ambrosio y San Gregorio, uno en el siglo IV y otro en el siglo VI, quienes efectuaron una gran revolución musical al formular diferentes escalas con los siete sonidos que existían desde seis siglos antes de Jesucristo. En el siglo XI, el monje Guido dio nombres a las notas musicales, y en el XVI Palestrina plasmó en su Misa del Papa Marcelo una magnificencia musical que todos admiramos.
“Los progresos enunciados han sido todos para elevar el espíritu de los creyentes hacia el autor de cuento existe. . . ¡Ojalá y esta nueva Misa, que dedico al jefe de la Iglesia, su Santidad Juan XXIII, abra una nueva ruta para dar gracias a Dios, de quien recibimos el don maravilloso del oído, por medio del cual nuestro ser se embelesa con el misterio de los sonidos!” México, enero de 1962.
He lamentado profundamente no haber tenido el honor ni la satisfacción de estrenarla en su presencia, como era mi deseo; pero su muerte no cambia en modo alguno mi homenaje al Papa por su maravillosa actuación al promover el acercamiento de todo el género humano.
En mi juventud, en San Luis Potosí, estuve en contacto muy directo con la música religiosa y fue por ello que me di cuenta de que con frecuencia los cantores que actúan en los templos no desempeñan su misión con el espíritu que los textos litúrgicos requieren; y al dedicar esta Misa a su Santidad Juan XXIII, tuve el deseo de que fuera interpretada por un coro de monjes; propósito que espero lograr al grabarla en Europa, hacia donde saldré en este mes de agosto. Mi representante en la ciudad Lux está ya en pláticas con el extraordinario coro de la Iglesia Rusa de París, que según me dice, tiene voces admirables, especialmente en los bajos.
No he resuelto, sin embargo, porque un alto personaje de la Iglesia católica me ha sugerido un estupendo coro de benedictinos en Roma, lo que llena de modo absoluto mis deseos, y también me sugiere el coro del propio Vaticano.
Cualquiera de estos tres conjuntos vocales servirá a maravilla para mi propósito.
La idea de que fueran religiosos los que la cantaran, nació en mí cuando escuché, en una ceremonia de Primera Comunión, un coro de monjas que me subyugó con el encanto de sus voces desposeídas de pasión, y por la elevación y espiritualidad que ponían en cada una de las palabras de los textos sagrados.
Volviendo a las palabras que acompañan a la dedicatoria de esta Misa en cuartos de tono, en relación con los grandes acontecimientos musicales que se han desarrollado al través de los músicos de la Iglesia, creo oportuno decir cuán lamentable es, bajo el punto de vista estético, que se haya cometido y se siga cometiendo el error de acompañar con acordes los cantos de la época gregoriana y ambrosiana, lo que es anacrónico, ya que el primer acorde fue una conquista del siglo XIII y el Papa San Ambrosio existió en el siglo IV, o sea, nueve siglos antes, y San Gregorio siete.
Además, al armonizarse las melodías gregorianas y ambrosianas con acordes del siglo XIII, perdieron, emocionalmente, toda la riqueza que hay en ellos por la variedad que resulta de la distinta colocación de los semitonos; y al entonarse sin ningún acorde tienen una enorme fuerza que cautiva.
Otro error de los músicos de la Iglesia fue el introducir el Si bemol en el primero de los modos ambrosianos, ya que dicho accidente fue producto del siglo XI y, además, con ello solo se logró duplicar el segundo modo, que se forma sobre la nota La, y al cual se le colocó, en el siglo XV, un sostenido al séptimo grado Sol, en cuyo momento nació el modo menor actual, y con él el acorde aumentado.
No me extenderé más en consideraciones técnicas; solo deseo que esta Misa escrita por mí –que pienso grabar dentro de unas semanas en Europa- sea un digno eslabón en la que en el siglo XVI entregó Palestrina al Papa Marcelo y que todavía hoy nos causa admiración, y que ella sea el homenaje que dedico reverentemente a la memoria de ese gran Pontífice, que en su cortísimo reinado supo captarse las simpatías no solo de los católicos, sino aun de los ateos y de los pertenecientes a otras religiones, como lo demostraron las manifestaciones de pena que se externaron cuando murió, por su ideal maravilloso de unir a todos los hombres en el amor de Cristo; y además sea mi voto de gratitud a su Santidad Juan XXIII por haber sido él quien designara un primer cardenal mexicano.
Julián Carrillo (enero, 1962).
ESTEREOFÓNICO
JC-003
Las grabaciones fueron hechas por PHILIPS.
en
París – Francia.
Derechos asegurados internacionalmente,
prohibida su reproducción total o parcial.
Lista de canciones:
MISA A S.S. JUAN XXIII EN CUARTOS DE TONO
LADO 1
MISA A S.S. JUAN XXIII EN CUARTOS DE TONO
- A1 VOCES MASCULINAS “A CAPELLA”
CHORALE -DES- PREFESSEURS DE MUSIQUE DE LA VILLE DE PARIS ?
Dirección: ROBERT BLOT
LADO 2
MISA A S.S. JUAN XXIII EN CUARTOS DE TONO
- B2 VOCES MASCULINAS “A CAPELLA”
CHORALE -DES- PREFESSEURS DE MUSIQUE DE LA VILLE DE PARIS ?
Dirección: ROBERT BLOT
Créditos:
“CHORALE -DES- PROFESSEURS” DE MUSIQUE DE LA VILLE DE PARIS” BAJO LA DIRECCIÓN DE ROBERT BLOT DIRECTOR DE LOS COROS DE LA ÓPERA DE PARÍS.
Notas:
ESTE DISCO DISCO NO SE ENCUENTRA EN LA CAJA DE OBRAS MUSICALES.
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JULIAN CARRILLO – MASS FOR POPE JOHN XXIII
COMPOSERS RECORDINGS INC. (CRI) – CRI SD 246
1969