MÚSICA DE CÁMARA / primera y segunda sonatas para violín solo dedicadas a Paganini
Julian Carrillo
Sello: Sonido 13 JC009 Publicado: 1965 |
País: Francia Género: Microtonal |
Info:
PRIMERA, SEGUNDA, TERCERA Y CUARTA “CASI SONATAS” EN CUARTOS DE TONO PARA VIOLONCHELO
Por este nombre, Carrillo quiere indicar una composición que no se sujeta estrictamente a la forma “Sonata Clásica” y se acerca más en consecuencia a la “Sonata Casi Fantasía”.
En cada una de estas tres obras, el compositor abandona no solamente el sistema de los doce sonidos clásicos, supuesto que utiliza los cuartos de tono, sino que también el principio de tiempo y medida rigurosos, dejando al ejecutante la mayor libertad interpretativa, como se acostumbra hacer en las cadencias.
Además, estas sonatas representan la más alta expresión del virtuosismo en el violonchelo y debe notarse sobre todo el extraordinario empleo de los armónicos. Este virtuosismo permite a los solistas lucir una técnica trascendental y por lo mismo ocuparán un lugar prominente en el repertorio de estudios superiores en los Conservatorios.
PRIMERO, SEGUNDO Y TERCER CUARTETOS EN CUARTOS DE TONO
Estos tres Cuartetos son de una misma época sin que ello signifique que nos describen un mismo paisaje interior.
Julián Carrillo, con extraordinaria facilidad, sabe escapar al tiempo y huir de la pequeñez del presente y en consecuencia revelan inspiraciones muy diversas.
En el plano puramente musical, presentan tres características principales: el empleo de los cuartos de tono como elementos armónicos reales y no como notas de paso en un hipercromatismo; un contrapunto extraordinario en el que cada una de las cuatro voces tiene igual importancia; y por último, una virtuosidad que representa un progreso en la técnica de los instrumentos de arco, como lo son también las Casi Sonatas para violonchelo y las Sonatas para violín solo de esta misma colección.
SEIS SONATAS PARA VIOLÍN SOLO
Julián Carrillo llegó a Europa a principios de siglo siendo un brillante violinista. Fue violín primero en la Orquesta Sinfónica de la Gewandhaus de Leipzig, dirigida por Arthur Nikisch y obtuvo después grandes distinciones como lo fuera el Primer Premio por unanimidad y con distinción en los Concursos Internacionales en Gante, Bélgica.
Creo necesario recordar estos antecedentes, porque escribir obras para violín solo no es muy frecuente y para su perfecta realización se requiere conocer no solamente el arte de la composición, sino poseer además en grado máximo la técnica del instrumento.
Hasta hoy estas condiciones se habían reunido únicamente en las admirables Sonatas de Juan Sebastián Bach.
Las obras que aquí presentamos, están dedicadas a Paganini, el prodigioso artista que merece la gratitud y el homenaje de todo violinista por el avance que sus composiciones representan para la técnica del instrumento; pero en las Sonatas de Carrillo la trascendencia de la técnica sobrepasa a la de esos célebres Estudios.
Señalaremos además el empleo de armónicos y de sucesiones de quintas y cuartas cromáticas que fueron hasta hoy inusitadas.
El Conservatorio de París, organizó un concurso para la ejecución de una de estas obras y se adjudicó al triunfador el “Premio Julián Carrillo”.
Opinión de la CRÍTICA
TERCERA SONATA PARA VIOLÍN SOLO dedicada a Paganini
El concierto comenzó con una difícil partichela: la Tercera Sonata para violín solo. Esta composición, en la que el maestro Carrillo volcó todos sus conocimientos de la técnica violinística, tiene la sobriedad de la escuela germana, que cultivó el maestro en sus primeros tiempos, así como la bravura técnica que en sus más inusitados horizontes logró. Seguramente esta característica última fue lo que motivó la dedicatoria a Paganini, de esta sonata. El maestro Carrillo indudablemente ha sido uno de nuestros mejores violinistas y la mejor prueba de ello está en esta obra.
Ricardo Mungarro en “La Prensa”.
SEXTETO PARA INSTRUMENTOS DE ARCO
De las obras presentadas en la colección, esta es la más antigua y fue estrenada en Leipzig en 1901. Como la Primera Sinfonía, encontramos en ella una amalgama de sensibilidad latina con una técnica que hubiera podido firmar Brahms. La obra es de corte clásico. La unidad temática está tratada en ella con gran delicadeza.
SEGUNDO CUARTETO ATONAL, dedicado a Beethoven
Durante la época en que Julián Carrillo estudiaba en Leipzig, el culto a Beethoven estaba en un máximo de intensidad que jamás se repitió después.
Influido por este ambiente de admiración, al regresar Carrillo a México, fundó una orquesta y un cuarteto Beethoven. Más tarde, como violinista tocó en múltiples ocasiones las Sonatas del maestro de Bonn y como director de la Orquesta Sinfónica de México, se echó a cuestas la tarea de presentar un Festival con las Nuevas Sinfonías y los Conciertos, tanto los de piano como el de violín. La Novena fue ejecutada ante un público de catorce mil personas; y hace menos de cinco años (cuando Julián Carrillo tenía ya más de ochenta) fue llamado una vez más a dirigir estas obras.
El Cuarteto dedicado a Beethoven, es de una muy complicada polifonía y en él se emplean procedimientos de gran novedad, que dejan, sin embargo, traslucir claramente los sentimientos que animaron al compositor al escribirlo y que indica en los distintos movimientos: Allegro Appasionato – Lentamente – Allegro Jocoso – Allegro Final.
Final de la segunda cara, MEDITACIÓN y EN SECRETO
Estas pequeñas composiciones para instrumentos de arco, fueron escritas especialmente para el Cuarteto de Filadelfia en 1927, a manera de estudio para los cuartos de tono, y, sin embargo, se estrenaron en un concierto público como número final de un programa en que figuraba uno de los últimos Cuartetos de Beethoven.
Se han tocado en numerosas ocasiones con muy grande éxito.
CUARTETO EN MI BEMOL
Durante el Congreso Internacional de Música en Roma en el año de 1911, Julián Carrillo expuso su punto de vista acerca de la reforma a las formas clásicas del Cuarteto, la Sonata, la Sinfonía y el Concierto con la idea de ponerlas a tono con la época.
Buscar un máximo de unidad ideológica a la vez que lograr una polifonía equilibrada en los distintos tiempos.
Tal fue su tesis ilustrada perfectamente en esta obra, en la cual el tema inicial se desarrolla en los cuatro tiempos del cuarteto según los principios del más estricto e ingenioso contrapunto, lo que produce un magnífico resultado.
Opinión de la Crítica, “Cuarteto en MI Bemol Mayor”
En segundo lugar, fue tocado el magnífico cuarteto en mi bemol mayor, del maestro Carrillo. Esta partitura merece comentario especial. Se trata de cuatro piezas magníficamente desarrolladas. El primer movimiento, de forma sonata, contiene una alegría desbordante que contrasta con la dulzura, un tanto campesina, del segundo tema. La majestuosidad solemne con que se nos presenta el tema introductivo, nos sugiere las catedrales góticas, pero no en la ojiva medieval, sino en aquel horizonte que el santo llamó: suprema alegría espiritual. El allegretto, traza en las arcadas del cuarteto una serie diagonal de temas que se funden en una urdimbre sonora que a Stámitz hubiese asombrado.
El tercer movimiento, scherzo, ternario y vivaz, contiene la pasión jovial del compositor, la cual se hace sentir hasta ahora, desde su señorial casona de San Ángel, y por último, el allegro con Fuoco, es una verdadera lección de la técnica del contrapunto, que el revolucionario maestro deja a los jóvenes de hoy, que pierden sus inquietudes en ensayos sin sentido. Por último, vuelve otro tema solemne para terminar brillantemente el cuarteto con un fraseo en “stacatto” que rubrica el violonchelo.
Ricardo Mungarro en “La Prensa”
El Seminario de Cultura Mexicana celebró los 90 años de Julián Carrillo con un programa dedicado íntegramente a su música.
Lo que resultó para nosotros una positiva revelación, fue el Cuarteto en mi bemol (1903) escrito en Bruselas cuando Carrillo tenía 28 años. Se trata de una obra monumental en su concepción formal (35 minutos de duración), en su tratamiento contrapuntístico, en sonoridades que llegan a las fronteras de la atonalidad, en el virtuosismo que requiere de los ejecutantes y en el interés que despierta su audición a través de sus cuatro tiempos: Maestoso-Allegretto, Scherzo, Largo-Larghetto, Maestoso-Allegro.
Algún día tendrá que ser revaluada la personalidad musical de Julián Carrillo y esperemos que esta revaluación no tarde mucho, pues el conocimiento que tenemos de su música, ¡en su propia patria!, es muy incompleto.
La seriedad y profundidad de su trabajo está demostrada por el manejo y absoluto dominio de las formas clásicas y de la composición “tradicional”. El término “tradicional” es, en el arte de Carrillo, muy relativo, pues con la audición de su Cuarteto de 1903 ha quedado plenamente demostrado que los elementos nacionales y populares ya habían sido tomados en cuenta por este gran músico mucho antes de lo que la gente imagina. Baste decir que cuando Carrillo escribió esta obra monumental, Carlos Chávez tenía cuatro años de edad, los mismos que Revueltas. Sorprendente, por todos motivos, su audición. Fue para nosotros una verdadera revelación.
Que Carrillo está más allá de lo que podemos imaginar lo demuestra el hecho de que, habiendo compuesto esta obra en 1903, abandonó, posteriormente, todos los sistemas tradicionales y se lanzó de lleno a la investigación de las fracciones de tono que lo llevaron a la construcción de instrumentos especiales para su ejecución, instrumentos que, no dudamos, servirán más al músico del futuro que al de hoy. Carrillo, el anticonformista, el hombre a quien no bastaron sus estudios clásicos ni los tonos y semitonos, renunció a ellos para vivir dentro de un universo sonoro, al cual la cultura occidental tendrá algún día que dirigirse. Era inevitable que se quedara completamente solo, que se le tratara como loco y charlatán y que se le declarara la guerra. Pero… Esto, entre nosotros, es un privilegio.
MARIO BEAUREGARD
Suplemento “México en la Cultura”, de Novedades, 21 marzo 1965.
PRIMER CUARTETO ATONAL dedicado a Debussy
Ya hemos dicho la profunda admiración que profesa J. Carrillo al gran compositor francés, Debussy, a quien conociera en Roma, en 1911, durante el Congreso de Música, en el cual fue electo Carrilo Presidente.
Hace poco, Carrillo presentó en México la iniciativa de erigir un monumento a Claudio Aquiles en esa ciudad. ¿Cuántas ciudades francesas pueden enorgullecerse de haber rendido tal homenaje a uno de los genios más extraordinarios de nuestra patria?
Este Cuarteto, aunque Atonal, repudia toda agresividad y deja traslucir la emoción del compositor. Es una obra de vibrante dinamismo.
EJECUTANTES:
“CUARTETO DE FRANCIA”
ROBERT GENDRE – Violinista
“CUARTETO VILLER-S”
GABRIELLE DEVRIES – Violinista
REINE FLACHOT – Violonchelista
Comentarios Técnicos de las Obras por Jean Etienne Marie Director de las Investigaciones del Sonido de la Radio Televisión Francesa.
ESTEREOFÓNICO
JC-009
Las grabaciones fueron hechas por PHILIPS.
en
París – Francia.
Derechos asegurados internacionalmente,
prohibida su reproducción total o parcial.
Lista de canciones:
MÚSICA DE CÁMARA / primera y segunda sonatas para violín solo dedicadas a Paganini
LADO 1
- A1 LARGO ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES - A2 FUGA ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES - A3 FINAL ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES
LADO 2
- B1 LARGO ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES - B2 ALLEGRO ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES - B3 RECITATIVO ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES - B4 PRESTO ?
Solista: GABRIELLE DEVRIES
Créditos:
Gabrielle DEVRIES
violinista
- Recibió el gran premio del Disco de la Academia Charles Cros, de París, por su grabación de la segunda sonata de Albert Roussel y del Dúo Concertante de Igor Strawinsky.
Esta artista consagra todo su talento a la música contemporánea y fue quien grabara por la primera vez en Francia la Sonata de Bela Bartok, lo que causó sensación.
En Berna, Suiza, tocó el Concierto de Paul Hindemith, bajo la dirección del propio gran maestro alemán, obteniendo un resonante triunfo.
Ya sea que toque obras de gran virtuosidad, como el brillante concierto de Serge Prokofief, o que la belleza de su sonido, vibre y cante intensamente como en el “Concierto a la memoria de un Angel” de Alban Bery, lo que es siempre admirable en ella es la perfección de su estilo, la belleza de su golpe de arco y su impecable musicalidad, todas ellas muy raras cualidades que hacen de Gabrielle DeVries, una de las más destacadas violinistas de la Escuela Francesa contemporánea.
Notas:
Disco #8 de OBRAS MUSICALES DE JULIAN CARRILLO
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Disco cerrado, abierto para consulta de expediente.
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OBRAS MUSICALES DE JULIAN CARRILLO – Disco 8